La relación entre las emociones y la enfermedad no es un tema nuevo. Si
revisamos un poco la historia nos vamos a encontrar que en la Medicina Griega,
Hipócrates (año 2400) ya nos hablaba del concepto de salud entendida como
MEDICINA HOLÍSTICA O MEDICINA DE PREVENCIÓN, la cual estaba relacionada con la
alimentación, ejercicio y tranquilidad, “Cómo vivir para no enfermar” o “que tu
alimento sea tu medicina”. En otra parte del mundo la Medicina Oriental de mano
de los chinos nos traen miles de documentos hechos de una gran observación
durante más de 5 mil años donde se evidencia la estrecha relación de algunas
emociones con órganos específicos y cómo las mismas pueden afectar de tal
manera a estos órganos y vísceras apareciendo la enfermedad, ya sea por exceso
o defecto.
Nuestra Medicina Occidental es mucho más nueva y hemos pasado por varias
etapas en la búsqueda de la causalidad de las enfermedades pero como fenómeno
físico, sin darnos cuenta que fuimos dejando de lado al individuo como un ser
completo, que no es susceptible de ser entendido por pedazos. Es así, que un
dolor lumbar puede estar relacionado con un proceso emocional de estrés por
problemas de tipo económicos y no solamente hernias lumbares o cólicos
nefríticos.
¿Cómo empezamos a entender esto?¿Cuándo entendimos que del Reduccionismo
debíamos retornar al Holismo? Tomemos un ejemplo, cuando un individuo es
operado de una Hernia Lumbar y persiste la sintomatología, eso equivale a que
hay algo más que está generando dolor en esa zona y no una mala praxis médica
como quizás se llega a pensar en muchas oportunidades. Y surge entonces este
concepto integrativo del individuo, en donde, esa lumbalgia, está relacionada
con problemas emocionales de dinero, inestabilidad emocional etc. ¿Qué significa
esto?
Resurge el concepto de Medicina Holística e Integrativa, en donde podemos
ir desglosando la manera como algunas emociones, el impacto medioambiental y la
alimentación pueden generar enfermedades de difícil tratamiento a través de los
medicamentos porque hemos dejado de lado el estudio de la emoción, la psique y
la ancestralidad del individuo.
Pertenezco
a un grupo de médicos de mente abierta a todas aquellas posibilidades
terapéuticas, algunas aceptadas por la Medicina Occidental y otras no, pero que
puedan ayudar a un paciente determinado a sanar su enfermedad pero sobre todo a
prevenir la aparición de otras indeseadas.
Investigadores
finlandeses han creado posiblemente el
primer mapa corporal de las emociones. A cada emoción, responde una determinada zona del cuerpo y esto sucede
con personas que hablan diferentes lenguas o pertenecen a distintos países.
Así pues, el estudio concluye que, la
localización física de las emociones es universal e independiente de la
cultura. El profesor de
neurociencia cognitiva de la Universidad de Aalto en Finlandia, Lauri Nummenmaa junto a varios colegas, realizaron cinco experimentos sucesivos en los que una muestra de
703 personas debía localizar en qué lugar de su cuerpo percibía el impacto de
cada una de las emociones más básicas y otras más
complejas. Entre las primeras contaron la ira, el miedo, el asco, la felicidad,
la tristeza o la sorpresa. Entre las segundas, en parte constructo, en parte
naturales, aparecen la ansiedad, el amor, la depresión, el desprecio, el
orgullo (en el sentido de sentirse orgulloso), la vergüenza y la envidia.
Situados ante una
silueta humana en blanco, pidieron a los participantes que colorearan las zonas
del cuerpo que se activaban más o menos mientras leían las palabras usadas
para nombrar a cada una de las 13 emociones analizadas. Debían usar el rojo
para las zonas de mayor sensación y el azul las de menor activación
En general, las emociones
básicas -tanto negativas como positivas- activan sensaciones en el tronco
superior. Allí es donde residen los órganos vitales y se
inician procesos somáticos como el ritmo cardíaco o la respiración. En
particular, la zona de la cabeza se ve golpeada por todas las emociones. Pero
hay diferencias de intensidad según sea la emoción. Así, las extremidades
superiores se hiperactivan con la ira o la felicidad y menos con la tristeza (quizás
por eso movemos mas los brazos cuando estamos molestos y tendemos a andar de
brazos caídos cuando estamos tristes, ¿no les parece conocido?). Las emociones
no básicas provocan una significativa menor respuesta corporal.
Por otra parte nos encontramos que en la Medicina China establecen una
relación completa entre las emociones y los órganos y es así que:
Ira – hígado
Miedo – riñones
Conmoción/susto (enfermedad aguda) – riñones y corazón
Alegría – corazón
Amargura (exceso de pensamiento y estimulación mental) – bazo
Preocupación – bazo y pulmones
Tristeza – pulmones
Por ejemplo, la
tristeza prolongada afectará los pulmones. Lo contrario también es cierto; si
tienen un problema pulmonar por largo tiempo, se verán afectados emocionalmente
y podrán experimentar sentimientos de tristeza. Es un poco como la situación
del huevo y la gallina. He aquí otro ejemplo: Si durante mucho tiempo, lleva
una gran cantidad de ira, empezará a afectarse su hígado y causar un
desequilibrio. También, si tienen una enfermedad crónica del hígado, es posible
desarrollar un temperamento más irritable, tendrán problemas para tolerar la
frustración, e incluso se volverán depresivos.
Reírse a
carcajadas mantiene sano el corazón. La alegría mejora las defensas. La
depresión, por el contrario, aumenta el riesgo de sufrir cáncer. Las emociones
se regulan en el sistema límbico del cerebro. Allí, funciona ese cerebro
primitivo del que emergen las sensaciones de manera impulsiva, explica Leonardo
Palacios, neurólogo de la Universidad del Rosario. Sin embargo, la corteza
cerebral que lo cobija –lóbulo frontal– las controla para evitar que actuemos
como fieras.
Las decisiones
que tomamos, nuestra personalidad, nuestro carácter, nuestra vida en general no
está influida solamente por nuestro pensamiento actual, sino que también por
nuestras ideas futuras y especialmente de los acontecimientos pasados que
han ocurrido a lo largo de nuestra vida, nuestra historia.
La evidencia es clara: Las emociones producen bienestar o enfermedad.
Así de simple.
Fuentes:
https://muhimu.es/ciencia.../un-estudio-revela-como-afectan-las-sensaciones-a-tu-cuerpo
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